18 de abril de 2020

Uma onda, mil ondas, mi camino.

¿Quién iba a saber que este sería el camino?
Que nuestro rumbos, nuestros cambios, serían tan distintos.
Quien cambia reivindica, o quien cambia transforma. 

¿Cómo iba a pensar que mi transformación me llevaría así?
Tan distante, tan ajena de mis estructuras.
Sin expectativas, sin planes, sem prejuízos.

Casi como si la ironía de mi momento fuese en sincronía
con las barreras que la humanidad explora, sus desafíos, 
casi como empezar de nuevo, vivir de nuevo; como la vida toda.

Quién iba a pensar que reinventarme, sería tanto así como escribir de cero, 
en foja nueva, sin ataduras, sin pensamientos previos;
sólo lo que palpito, sólo lo que deseo. Uno a uno elegir de nuevo.

Tanta libertad en las ondas de la vida misma que la sociedad reescribe, reinventa;
donde uno puede permanecer, o mudar, 
o estarse quieto y rezar para evitar los riesgos. 

Quién iba a saber que así sin condiciones, sin parámetros, sin discursos
resurgiría a mí misma, en absoluta libertad de pensamientos y elecciones;
cuando todo es posible porque todo se reinventa.

Mientras el mundo se encoge, a contramano, 
mi corazón, mi humanidad, en el ir y venir, 
meciéndose en la armonía toda.

https://www.youtube.com/watch?v=XFa73hlzR-4