3 de septiembre de 2018

A destiempos ...

Mi tiempo con vos es el presente, sin ninguna otra conjugación. Es el antojo de disfrutarte y vivirte sin conflicto. Sin mochilas, sin papeles. Es la chance del placer que regalamos, cuando nos buscamos, nos encontramos, nos perdemos. 

Mi vida con vos es el presente que decidiste dejar en el pasado y que pensás tiene futuros breves, cuando lo deseemos. Es el albedrío caprichoso que ofrecí sin negociar y rechazaste sin recelo.

Mi piel con vos es el presente más jugoso de estos años de sexos mal vividos y sin méritos. Es la envidia y el pudor de quien lo piense, y el morbo que consume mis recuerdos, mis mensajes, mi silencio. 
Es una lista de quehaceres en pendiente, el cosquilleo de mis labios, el rubor de mi reflejo.
El temblor que conocés y despertás, a piacere y entretiempos.

Mi mente es el presente que te disfruta aún más de lo que percibe mi cuerpo. Es quien extraña tu presencia y reconoce el realismo de tu ausencia, y lo elige; es quien conoce quienes somos cuando apartamos los sentidos y oímos pensamientos.

Mi presente es así, es regalo, es este que transcurre ahora mismo entre mis dedos. Para ambos, es placer y es agradecimiento. 
Es amor en pormenores, y es pasión durmiendo. 
Con una sonrisa, un par de ojitos. Un hasta luego.