28 de noviembre de 2010

Se van las aguas del dolor que no sentiste, ni buscaste, ni pediste. 
Como el murmullo de algo más que no esperaste; como algo más para el olvido. 
Un nuevo fracaso que se viste de olvido.




No destiñes el color de tus pupilas sin sentir que lo has querido,
sin que fuese tan solo una pregunta,
sin que fuese algo más que el recorrido.



No lamentes la intención que no dijiste de palabras no pensadas de momentos no vividos.



Ni busques entre caras y suspiros el suspenso aletargado, el terror de ser vos mismo.


Mírate, las aguas no reflejan si no han visto.


Miéntete, que hoy no es el día que despiertes, hoy es uno más, de uno mismo.