13 de julio de 2010

PORQUE ES TAN FÁCIL DECIR TE AMO ..

... he pecado.
Traicioné el significado que le dabas; porque son sólo dos palabras que se escapan de mi boca apresurada. Porque oírlas te da gusto, pronunciarlas no me cuesta nada.
A mis oídos sordos de consuelos llega tu voz cuando lo dices y me avergüenza mi silencio. Y lo repito. Y lo que ves es mi sonrisa disfrazada de pudor que esconde la mentira que me quema. Y que no evito.

Y te preguntarás por qué ... Porque oírlas te da gusto, pronunciarlas no me cuesta nada.

Es sólo eso. No te seguiré mintiendo al esbozar una esperanza; al inventar que eres lo mejor para mí o al menos lo correcto, que con el tiempo te amaré, que el amor tiene distintas formas. 
Nada de eso importa. 
Ni eres lo que quiero, ni te amaré con el tiempo, ni te amo del modo en que me amas.

Decirte te amo es cada vez más sacrilegio, cuanto más conciente soy de que te miento.
Te lo digo a ti porque tú eres lo que tengo.
Porque a quien quiero decírselo no lo conozco, o quizá ya lo he perdido.

Te lo digo una vez más y me confieso. He pecado. Te he mentido.

... ¿Lo repito? 
Ella divagó entre letras. Buscando las preguntas que quería que él le hiciera. Buscando las respuestas que quería que él oyera.




Ella cambió las palabras que había escrito y tachado una y otra vez, por las que había oído, hasta el cansancio.
Ella mintió, pecó, perdonó y sanó; cansada de esperar lo inesperable en la tentación de no perder la última batalla. El orgullo esperanzado.
Ella siguió sus pasos en reversa y corrijió el rumbo.
Desistió de su coraje.
Dejó de perder el tiempo.

veo desde fuera la nitidez que a ti te falta y la claridad con que te empañas
escondida allí desde siempre, lo veo
escondida desde donde no me hieren porque no me alcanzan, porque no importan, porque ni siquiera me conocen

te veo entregarte a lo que no es para ti
huyendo;
volteo la cabeza para verte
para ver cómo te sacrifico
cómo te pierdo
y es que esa es mi costumbre; si uno de estos días dejo de perderte es porque habré muerto
y entonces sabré si hay mejor vida, porque entonces seré yo la que te espere
serás tú el que me encuentres

dudas de la decisión que ya es inevitable y yo asesino tus escapes repitiéndote el guión, por si olvidaste

y sigo estando sola y sigo muriendo frente al mar, como las olas
queriendo ir y volver, y lamentando y endureciendo la razón
Voy continuando.