27 de junio de 2010

¿Y si no alcanza?
Si no son suficientes los días y las noches que tengamos para borrar los años que perdimos.

Es la prisa de mi alma que te escribe ... 
Son las ganas de tenerte, de tocarte que me apremian. La paz de encontrarte; la certeza de que estés aquí y no más ahí.

¿Y si no te encuentro a tiempo? ¿Si no te espero? Si la soledad es más fuerte, si mi convicción desiste. ¿Qué será? ¿Adónde irá a parar este sentimiento de pertenencia? ¿Qué será de la única oportunidad de que lo nuestro sea único?
Si me conformo antes de tenerte, ¿Voy a olvidarte?

Siento angustia. La del perdón que quiero pedirte y ni te veo a los ojos. El perdón por la vida que viviste sin que estuviese ahí. Todas las noches me pregunto que más habrá sido, y a cada mañana ruego a Dios que apure los tiempos.
Dolor seco. Sin lágrimas. es la compañía indeseable del desamparo. Pienso en tí y sé que no sé nada. y quizás sea este mi modo de vivir, quizás sea mi destino el añorarte. 
Quiero correr detrás de tí y no te encuentro.

25 de junio de 2010

Construímos una vida, día a día, consumiendo realidades que no fueron creadas por nosotros, que nos son ajenas. Tradiciones, legados, cultura. Producimos las circunstancias que circunscriben nuestros actos, y nuestras manifestaciones. Y prescribimos también las de los demás. Cada conducta es más un reflejo de lo que creemos, que lo que creamos. Somos los autores de una vida material a cuyo autor intelectual desconocemos.

Algunos más, algunos menos.

Y tarde o temprano construímos una seudo realidad, como reacción a esa otra que asumimos pero no reconocemos como propia. En cuanto los años, el valor, la economía, nos lo permiten; o bien en cuanto los años, el valor y la economía se nos acaban.

Alternando, algunos más, algunos menos, entre ambas.
El interior desconocido es el interior oculto a mi contacto.

Es la señal de urbanidad de que reniego.

Es la medida en la que mido sus miradas.

Mi interior estereotipado en el exterior escogido y subyugado a mis deseos inconscientes.

Es mi animal definiendo sus detalles.

Es mi común escondido y conocido, sin comunicármelo.

Mi habitación desconocida es la contrariedad de mi interior misterio y mi exterior manifiesto.


Más que un sueño, es la ilusión que expresa mi realidad en desacuerdo.

23 de junio de 2010

Hubo algo que de repente me hizo descubrir que llevo mucho dormida. Quizás seas vos, tu determinación, la voluntad que hacía mucho no sentía.
Hubo algo que me despertó. Y doy gracias.
Hubo una cosa que volvió a girar cuando ya casi se había oxidado. Cómo no sé. Sólo vi su efecto en mi cabeza, sin comprender. Callé y enmudecí, sin presentirlo. Y me reproché, sin notarlo, haber dormido.
Un mundo gira sin cesar en torno a mi almohada desgastada de letargo.
No hay riesgo peor que dormir despierto. Es como estar muerto sin notarlo. Respiras, sonríes, caminas, lloras; y después de hacerlo algo más queda atorado en tu garganta. Y lo desconoces. Hasta que no puede más que sentirte desolado. Es algo que deja de funcionar y no lo sabes, un buen momento sin previo aviso se restablece, y te arrepientes por el tiempo transcurrido.
Dudas incluso por dónde empezar, pero asumiste el compromiso de lograrlo. Y comienzas. Y tropiezas con tu mente entumecida.
Quieres más y obtienes menos.

Tengo la cabeza atorada de pensamientos y proyectos que no despegan a la realidad. Tomo impulso y reniego de mis tiempos libres fuera de gobierno. Cuando queda en mis manos lo pierdo, si lo controlan no es lo que quiero.
Divago y cruzo espacios inacabados.